Rotar llantas es tan importante como realizar un cambio de aceite, las llantas no se desgastan por igual, por esto es fundamental realizar una rotación para garantizar un desgaste uniforme.
La mayoría de autos traccionan solo con dos ruedas, una gran parte lo hace con las delanteras y otros con las traseras. El desgaste de las llantas nunca va a ser idéntico entre su eje trasero y delantero. Por diversos factores, entre ellos: el reparto de peso, eje que tracciona y el eje que direcciona.
La rotación de las llantas garantizará un desgaste homogéneo entre las llantas de ambos ejes. Es decir, igualará el desgaste del juego de llantas y garantizará que su agarre, prestaciones y estado sea consistente en el tiempo.
No es una situación que nos ponga en riesgo, sin embargo, hacerlo nos evita sobrecostos. Porque estamos monitoreando el desgaste y usualmente se encuentran fallas en la suspensión que repercuten en un desgaste irregular. Hay muchos casos en los que el desgaste de la banda externa de la llanta es mínimo, pero por dentro ya perdió totalmente su grabado. Rotarlas es importante para nuestra seguridad y poder hacer uso pleno de la llanta en su ciclo de vida.
La respuesta depende del uso, un conductor promedio al año no supera los 15.000 kilómetros recorridos, por lo que sería ideal realizarlo cada año. También podemos basarnos en el tipo de conducción, si es muy deportiva y se usan llantas de compuesto blando, podría ser cada 5.000 kilómetros. Cuando es una conducción en carretera y se usan llantas duras podría ser cada 20.000 kilómetros. Pero la mejor respuesta la va a tener la «serviteca» pues en su día a día están lo suficientemente familiarizados con las llantas para poder darnos una opinión acertada sobre cuando lo debemos hacer.
En teoría la forma de rotar depende del tipo de tracción y si las llantas tienen sentido de rotación o no. Para hacer el procedimiento sencillo y evitar complicaciones, lo ideal es pasar las llantas delanteras hacía atrás y viceversa, sin cambiarlas de lado.
