El aceite es el encargado de mantener lubricadas las partes móviles internas del motor y de evitar acumulaciones de suciedades que puedan afectar su correcto funcionamiento.
Los aceites se clasifican en referencias en cuanto su funcionamiento que depende de la temperatura del motor. El resultado de esto es que se encuentren aceites de grado único y aceites multi-grado. Esas medidas se refieren a su viscosidad, o la forma en que el aceite fluye entre los componentes. Los de grado único la referencia que se suele encontrar es un número seguido de las siglas SAE (Society of automotive engineers); dicho número es una aproximación al múltiplo de diez más cercano del tiempo que le tomaría al aceite viajar desde la parte en que se agrega hasta “el final” del motor.
Los multi-grado, son aquellos que al número que mencionamos se le antepone otra cifra seguida de la letra W (Winter – invierno) y por lo tanto mide la viscosidad del aceite para su funcionamiento cuando el motor está frío; por ejemplo, al encenderlo.
Los aceites también se encuentran sintéticos (no derivados del petróleo) y minerales. Recuerda que si tu auto siempre ha usado aceite mineral no es conveniente cambiar a sintético para evitar desperfectos en tu motor.
Cuando revisas el nivel de aceite y notas que el aceite se ha tornado negro, se cree que es hora de cambiarlo, pues se encuentra “sucio”. En realidad, esto quiere decir que está realizando su labor, debido a que ha removido suciedades internas que, de no haberlo hecho, podrían causar graves daños.
Entonces, ¿cuándo cambiarlo? Gracias a los adelantos tecnológicos en la producción de aceite y a los aditivos utilizados han permitido mejorar su viscosidad y beneficios, permitiendo trabajar por más de 10.000 km. Sin embargo, cada marca define el kilometraje recomendado para el cambio. Lo más importante es que nunca se descuide nuestro auto en el cambio de aceite y mucho menos dejarlo sin aceite. Intenta siempre usar la misma referencia e incluso de ser posible la misma marca.
